Viendo las fotos de James Dean, ¿quién no querría ser un rebelde? Con o sin causa, la desobediencia resulta sexy (si ya eras sexy de antes, sino, no).
Pero si has llegado aquí, seguramente no tenga que convencerte de las bondades de ser un enfant terrible, ni una femme fatale.
Si estás leyendo esto ya has decidido ser un inadaptado social, sólo necesitas las herramientas necesarias para hacerlo realidad. Pero, ¿ser un rebelde de libro? Eso no es para todo el mundo.